La hora punta tradicional en el transporte público, entre las ocho y las diez de la mañana, ha tocado techo. La cifra de viajeros en ese momento del día han ido ligeramente a la baja por primera vez después de muchos años con una tendencia general creciente –pandemia al margen– en los vagones de metro, de Rodalies, de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), tranvías y autobuses. Y no es porque los usuarios del transporte público estén optando por otras opciones alternativas a la hora de realizar sus desplazamientos, todo lo contrario ya que el metro de Barcelona se encuentra en unas cifras récord de validaciones y el número de viajeros en el conjunto del transporte público crece en el resto de horas del día, tanto por la mañana como por la tarde y la noche.
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