La negociación de los presupuestos de Barcelona dinamita las relaciones de los partidos

Las negociaciones en torno a los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona dinamitaron las relaciones entre los principales líderes políticos de la ciudad. En estos momentos los diferentes concejales se llevan entre sí peor que nunca. Aquí la confianza en los demás está por los suelos.

El alcalde Jaume Collboni aprobará su propuesta de cuentas municipales de manera automática el 2 de mayo, después de perder este miércoles por una amplia mayoría la votación de la cuestión de confianza a la que él mismo se sometió. Solo le prestaron apoyo los concejales de ERC, los únicos que hoy por hoy estarían más o menos dispuestos a tomarse algo con él.

El resto de líderes tiene al alcalde del todo enfilado. No le tienen ninguna confianza. Xavier Trias ya está cansado de las maniobras estratégicas, a un paso de marcharse de Sant Jaume de una vez dando un sonoro portazo. Trias dejó de morderse la lengua en la reciente conferencia que pronunció en el centro cultural El Born. Y desde entonces disimula cada vez menos su malestar.

 Alejandro García / Efe

“Le felicito por el spot –dijo tras la defensa de los presupuestos realizada por la teniente de alcalde Laia Bonet–. Hoy asistimos al fracaso de un alcalde que solo trabaja para asegurar su silla. Todo esto lo tenía planeado desde el otoño. Usted no solo no ganó las elecciones, sino que unos pocos meses después siquiera cuenta con el apoyo de quienes le invistieron como alcalde. Debería ponerse colorado. Todo esto es muy grave. Está empleando tácticas que no tienen nada que ver con los intereses de Barcelona”.

Lo de Ada Colau es más personal. El sorpasso de los 300 y pico votos aún le escuece, y también que su otrora socio cuestione su legado. Pero lo que más le duele es que Jaume Collboni le haya dado largas, que prefiera la soledad a su apoyo. Estos días gente cercana a la exalcaldesa transmite por las redes la idea de que Collboni la desprecia porque es un misógino, que por ello tantas veces se refiere a Trias como alcalde y a Colau como edil.

“Lo más sorprendente es que lleguemos a este punto cuando este gobierno disponía de dos mayorías en las que apoyarse, Trias y nosotros. Y al final solo han conseguido articular una minoría junto a ERC. Y encima me responsabiliza a mí de lo ocurrido aquí, la Generalitat y el Estado, tal y como hizo en el anterior pleno cuando yo no tenía derecho a réplica”.

El ejecutivo devino en su enemigo común, pero los de la oposición también se llevan fatal entre ellos

Y el popular Daniel Sirera se muestra a cada rato más arrepentido de haber facilitado aquella sorprendente investidura. Al final solo de los Vox parecen dispuestos a arrimarse al PP. Pero Barcelona no es la meseta. Aquí determinadas avenencias aíslan.

Pero las celebraciones de las elecciones al Parlament del día 12 de mayo y en menor medida pero también las europeas del 9 de junio despejarán el horizonte municipal, marcarán la relaciones entre los partidos políticos, delimitarán las líneas rojas a escala local. Y entonces en este patio todos harán de tripas corazón y se verán obligados a entenderse de algún modo, porque no tendrán más remedio y porque encima es su obligación. Pero no olvidarán nada de lo que está pasando ahora.

Lo que pasa entretanto es que entre los miembros de la oposición se llevan igual de mal. Collboni se sometió a una cuestión de confianza porque está seguro de que los otros grupos no podrán armar una moción de censura y una candidatura alternativa a la alcaldía, y porque de esta manera puede presumir de cumplir con sus compromisos: Barcelona tendrá unos nuevos presupuestos esta primavera.

La relación de Ada Colau con Collboni está muy erosionada

La relación de Ada Colau con Collboni está muy erosionada

En verdad el alcalde está siguiendo al milímetro la hoja de ruta que diseñó meses atrás, su cacareado “paso a paso”. Y este miércoles, en el tramo final del correspondiente pleno extraordinario, luego de que le cayeran palos de todos los lados, después de que por fin encarrilara la aprobación de sus presupuestos, insistió en que su próximo objetivo es ampliar el ejecutivo municipal, incorporar a nuevas fuerzas.

Los de ERC son quienes tienen más posibilidades de firmar un pacto de gobierno con el PSC. Y ello ya les está desgastando. Trias, que ayer se mostró muy contundente, dijo que no entiende cómo los republicanos se avinieron a sellar con Junts un pacto de gobierno y a los pocos meses firmar un acuerdo de presupuestos con quien lo reventó todo.

Y los comunes, que tan bien se llevaron con los republicanos durante el mandato anterior, consideran ahora que son una dócil comparsa al servicio de los socialistas. De repente, Junts y BComú, cada uno a su manera, dejaron de ver a los republicanos como los socios ideales.

En estos momentos solo los ediles de ERC muestran cierta complicidad con el gobierno municipal

Afortunadamente la sucesión de comicios electorales de los próximos meses les dará tiempo a recomponer estas maltrechas relaciones. Sí, de ninguna manera este enrarecimiento es una impostura de cara a la galería. Basta con fijarse en ese tono de Trias tan contenido como exasperado. Y también en la mirada áspera de Colau ¿viéndolos ahora de verdad alguien puede creerse que Colau y Collboni fueron socios tanto tiempo? Además, hace mucho que Junts y BComú jalean a los suyos erigiéndose como sus correspondientes némesis.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *