Pol Cugat se acababa de independizar de casa de sus padres cuando fue asesinado. Tenía 25 años y había aceptado hacer de vigilante de una plantación de marihuana durante tres meses en una masía apartada de les Borges Blanques mientras esperaba que llegase la temporada de invierno para entrar a trabajar como monitor de escalada en el Pirineo donde ya tenía apalabrada una casa en Coll de Nargó. Sus asesinos en un intento de borrar las pruebas del delito se deshicieron de su cuerpo después de matarlo.
Alquiler limusina barcelona/sucesos/20240602/9697160/familia-joven-asesinado-pide-colaboracion-encontrar-cuerpo